Verónica González
22 abr 2020
Un país azotado por el hambre a raíz del monopolio de cultivos transgénicos, donde dos heroínas hacen lo posible por salvar las últimas semillas orgánicas, es el argumento que da vida a “Sembradoras”, un largometraje de acción, de producción colombiano- chilena, que en estos días está rodando su teaser en el desierto de Atacama.
Christian Mejía es el director de la película “Sembradoras”. Originario de Colombia, comienza a gestar la idea de este film el año 2014, cuando los campesinos y agricultores del país cafetero empiezan una serie de protestas que terminan en un paro que duró varios meses, por el planteamiento de una ley que les prohíbe el uso de semillas no certificadas en sus cosechas. “Esta ley los obliga a usar semillas transgénicas de empresas como Monsanto, por un tratado de libre comercio. Ese estallido social, hizo que me interesara en esta temática, así es que me reuní con un grupo de activistas colombianos que se llaman los “Guardianes de las semillas”, que tal como lo insinúa su nombre, buscan preservar las semillas orgánicas. Investigué a fondo el tema, y con esta recolección de datos me surgió la necesidad de traspasar esto a un guión cinematográfico. Así nace esta película”, explica.
El largometraje expone el despertar de conciencia del autor frente a esta temática, exacerbándolo para darle el interés dramático propio de una obra de ficción. “La película es un western crepuscular de ciencia ficción atemporal, donde el mundo está afectado por el hambre y dominado por OPS que es una especie de gobierno militar, que se ha hecho con el poder y ha monopolizado la producción de alimentos, instaurando su sistema tiránico para preservar ese monopolio. Los hombres en esta
historia, trabajan en la OPS fomentando la represión y el control, y las mujeres en cultivos sintéticos, donde reciben una vez a la semana semillas de OPS que tienen que plantar con unos químicos en pequeños invernaderos en la mitad del desierto. La comida natural está reservada solo para los distritos privilegiados, mientras el resto está muriendo de hambre. Una vieja sembradora (Alba) y una joven rebelde (Lucía, interpretada por Clara Larraín), serán las encargadas de rescatar las últimas semillas
orgánicas y llevarlas al mítico Oasis dónde está la tierra fértil”, nos cuenta Mejías. Es una película sin fronteras, que habla sobre el campo latinoamericano y sobre la reivindicación que hay en la mujer dentro de este contexto. “Es como una alegoría de la situación actual de Colombia y de otros países en el resto de América Latina. Por eso tenemos personajes que vienen de distintos lugares, lo que le da un aire más cosmopolita a la producción”.
La inspiración en la estética y el tratamiento de los personajes tiene diferentes orígenes. “Tengo algunas inspiraciones de referentes cinematográficos y otras personales. Yo vengo de una familia donde las madres son las que llevan el control, y el personaje de Alba lo construí pensando en mi tía mayor, que es una mujer muy empoderada, la matriarca de mi grupo familiar”, destaca con orgullo.
Actualmente el film está en desarrollo avanzado, que es la etapa de financiamiento de la película. El guión tiene unas nueve versiones, lo que significa que está muy pulido por el director, y están realizando el teaser como prueba audiovisual para poder acceder a los fondos. Su estreno en festivales está previsto que se efectúe a mediados del 2022, para luego exhibirlo en cines y comercializarlo en diferentes plataformas.